lunes, 20 de agosto de 2012

 Unas líneas de la traductora que nos ha proporcionado el discurso final de Pat Farrell para situar un poco el ambiente:
.... Otro momento fue la elección de la nueva presidenta de la LCWR. Antes ya nos habían mandados los curricula de las 5 candidatas, así que a la hora de votar, subieron al podio, se les hizo algunas preguntas y luego votamos por ellas en unos papelitos, esos papelitos los recogió el comité organizador, se los llevaron, los contaron y al siguiente día nos dijeron quien había ganado. Dudo que eso se pudiera hacer en México, a nosotras nos gusta que nos cuenten los votos en nuestra cara, no vaya a ser que haya mano negra.… (pa´ que vean que el PRI ha influido mucho en muchos aspectos de nuestra cultura).

Total que lo que se decidió es tratar de mantenernos unidas y en diálogo con un solo obispo, no con los 3 al mismo tiempo, y aunque ellos no quieran dialogar ellas van a insistir e insistir, o sea, que no se van a dejar que ellos las pisoteen, y esa es nuestra esperanza.

Yo creo que lo que más me gustó fue la amabilidad y la solidaridad entre todas, parecía como si tuvieran una sola voz. Claro que había quienes querían “mandar por un tubo al Vaticano”, pero eran más las que querían buscar el diálogo, y luchar por el valor de la mujer en una manera feminista. Yo creo que lo primero que se logró fue más solidaridad entre ellas, y afianzar que nosotras como mujeres tenemos el derecho de rezar de manera distinta y de pensar y sentir a nuestro estilo, pues mucho de eso está en juego.

Final del discurso de la presidenta de la LCWR
¿Cómo podemos navegar en el cambio? Viviendo con gozosa esperanza
Gozosa esperanza es el sello distintivo del discipulado auténtico. Esperamos un futuro lleno de esperanza, a pesar de enfrentar todo lo contrario. La esperanza nos hace estar atentas a los signos de la irrupción del Reino de Dios. Jesús describe la venida del Reino con la parábola del grano de mostaza.
Pensemos por un momento lo que sabemos sobre la mostaza. A pesar de que puede cultivarse, la mostaza es una planta invasora, en esencia es una mala hierba. La imagen que les muestro es una variedad de mostaza que crece en el Medio-oeste de Estados Unidos. Algunos exegetas nos dicen que cuando Jesús habla de que la pequeña semilla de mostaza crece hasta convertirse en un árbol tan grande que las aves del cielo vienen y construyen su nido en él, estaba probablemente diciendo una broma. Imaginar las aves construyendo nidos en la delicada planta de mostaza es de risa. Es probable que el significado real de Jesús fuera algo así como: “Mira, no te imagines que al seguirme vas a ser un gran árbol. No te creas que serás como un Cedro del Líbano o cualquier cosa que se parezca a un imperio grande y respetable. Sin embargo, aún la delicada planta de mostaza puede sostener a la vida”. La mostaza, muy a menudo es una mala hierba. Por supuesto, es una mala hierba hermosa y medicinal. La mostaza es sabrosa y tiene propiedades curativas maravillosas. Se puede cosechar para curar, pues ese es su mayor valor. Sin embargo, la mostaza es por lo general una mala hierba. Crece en cualquier lugar, sin permiso. Y sobre todo de todo, es incontenible. Se propaga prolíficamente y puede llenar campos enteros de cultivos. Incluso se puede decir que esta molesta mala hierba era ilegal en la época de Jesús. Había leyes sobre dónde plantarla para mantenerla bajo control.
Ahora, ¿qué nos dice que Jesús utilizara esta imagen para describir el Reino de Dios? Piensen en ello. Podemos, de hecho, vivir en la gozosa esperanza, porque no hay herbicidas político ni eclesiástico, que puede acabar con el movimiento de Espíritu de Dios. Nuestra esperanza está en el poder absoluto incontenible de Dios. Nosotras, que comprometemos nuestras vidas en un seguimiento radical de Jesús podemos esperar que seamos vistas como mala hierba que debe ser cercada. Si las malas hierbas del Reino de Dios son pisoteadas fuertemente en un lugar, de seguro se cosecharán en otro. Lo que me recuerda las palabras del Arzobispo Oscar Romero “Si me matan, me levantaré en el pueblo salvadoreño”.
Y así, vivimos en la esperanza alegre, dispuestas a ser malas hierbas. Estamos en el poder de la muerte y resurrección de Jesús. A partir de los días de la dictadura en Chile, tengo siempre en mi corazón un expresión que dice: “Pueden aplastar algunas flores, pero no pueden detener la primavera. “

domingo, 5 de agosto de 2012


Queremos hacer realidad los derechos de las mujeres

Tenemos que limitar nuestro objetivo y ponemos el foco en nuestra área Euromediterranea . Estaremos también atentas a lo que ocurre a nuestras otras hermanas Africanas y aprenderemos de todas las mujeres del mundo, desde su diversidad.
Como eslabones de la cadena, de la que nos habla Amelia Valcárcel, cada grupo tenemos nuestras debilidades. Contamos con tu aportación y apoyo, queremos fortalecernos aunando nuestros objetivos.