José
M. Castillo
1. El
papado es necesario en la Iglesia. Ahora vemos, más claro que nunca, que la
Iglesia necesita una autoridad suprema, que esté por encima de grupos,
tendencias, divisiones y enfrentamientos. De no existir el papado, es posible
(incluso probable) que en la Iglesia, después de lo ocurrido, se hubiera
producido un cisma. Se sabe que cinco cardenales fueron a pedirle al dimitido
Benedicto XVI que apoyara a los defensores de una Iglesia conservadora y
tradicional, con una teología y una moral igualmente integrista. Pero el
ex-papa Ratzinger les contestó a los cinco cardenales que en la Iglesia no hay
más que un papa, que es Francisco. Es más, inmediatamente informó a Francisco
de lo que estaba ocurriendo. El papado ha salvado la unidad de la