MADRID 2015
NUESTROS DIEZ RETOS
Nos hemos juntado para cambiar, para profundizar en los retos que
nos plantea este planeta mal gobernado por un sistema social y económico tan
insensato. Y lo cambiamos o sucumbimos; todos, a la vez y conjuntamente; la
humanidad al completo, la tierra y la humanidad juntas. Todos estamos bajo el
mismo aguacero, la misma tormenta, igual diluvio. Lo dice como uno más Francisco:
“Necesitamos un cambio…Este sistema ya no se aguanta… no lo aguantan los
pueblos…y tampoco lo aguanta la hermana tierra” (Papa Francisco).
Por eso nos hemos juntado, recordando el 50 aniversario de la Clausura del
Vaticano II, bajo “la misma lluvia,
el mismo amor”: para construir una nueva tierra que sea cielo ya, que sea mar
de solidaridad, laguna dulce de buen querer, donde se hayan retirado las aguas
de la injusticia y se vean los olivos de la fraternidad.
Las personas reunidas en esta V ASAMBLEA de REDES CRISTIANAS MADRID 2015 en este diluvio
tan antiguo como la humanidad, constatamos cada día con mayor conciencia la
necesidad de Un Nuevo
Modelo Económico. Vivimos en una economía de la inequidad y de la
exclusión, con un dominio de los mercados sobre la política y una
mercantilización de las relaciones humanas y de la vida en general. Se ha
impuesto el beneficio de una minoría de la población, el 1%, a costa del bien
común del 99% restante como dicen muchos
economistas
Queremos acabar con la Exclusión y la Marginación de esta gran
mayoría. Ya no es solo evitar la explotación sino rechazar lo que es aún más
degradante, considerar al ser humano como desecho sobrante Este sistema
neoliberal mantiene grandes masas de población sin horizontes, desahuciados de
sus viviendas, sin trabajo, en la pobreza crónica, detrás de las vallas, en
guetos. Es algo que se manifiesta más duramente en los pueblos que llamamos El
Sur donde hay unas diferencias extremas en el acceso a los alimentos, al agua
potable, a la vivienda, la educación y la sanidad. Es una vergüenza humana.
Vemos necesario empezar por Erradicar el Hambre, símbolo y
consecuencia de la injusta distribución de la riqueza. Ofrecer soluciones a las
migraciones forzadas, levantar nuestra voz ante
este Mediterráneo, cementerio más que mar.
Estos
desequilibrios se acentúan también en el mundo femenino. La discriminación de
la mujer persiste a todos los niveles, económico, social, religioso y doméstico, hasta llegar a niveles de
esclavitud (prostitución, niñas esclavas…). Hay que Lograr la Igualdad de Género, evitar
el maltrato mediante el diálogo. Extender la comunicación a todos los problemas
y así también Superar la Violencia. Las guerras, declaradas o encubiertas,
conllevan el sacrificio de la vida de muchos por el bien de unos pocos: Siria, Gaza, Yemen, Sudán, Ucrania y tantas otras.
En esta violencia estructural los muertos siempre los ponen los pueblos. Nuestra
respuesta es la paz y las soluciones políticas. Por eso nos proponemos Defender
lo Público. Acabar con los recortes que convierten la educación y
la sanidad en moneda de cambio contra la crisis. Buscar la salud, la
protección de la infancia, de los dependientes, garantizar las jubilaciones. Insistir
en la cultura de la cooperación y la formación humanitaria.
Solo así
podremos Alcanzar una Democracia Participativa y una Nueva Forma de Hacer
Política. Todavía falta una auténtica libertad de expresión. Campa la
manipulación informativa. Se criminalizan las resistencias sociales. Cada vez
resulta más inaguantable la corrupción, la “puerta giratoria”, la evasión y la
elusión de impuestos, y a nivel más global los paraísos fiscales, el tráfico de
armas, de drogas e incluso de personas. No se puede
admitir la actitud europea ante Grecia, los migrantes o el despotismo del TTIP.
Estos
desequilibrios humanos por si fuera poco alcanzan a todo el planeta. La Preservación del Medio Ambiente es una necesidad acuciante. El cambio climático
avanza inexorablemente. Estamos asistiendo a un agotamiento de los recursos
naturales y una pérdida de la biodiversidad. Estamos alterando las semillas de
la vida, la vocación natural del suelo y atentando contra la seguridad y la
soberanía alimentaria.
Para ello va
a ser preciso innovar y Formular una Espiritualidad y unas Creencias
para el Mundo de Hoy, que superen la crisis generalizada de valores:
individualismo, intolerancia a todo lo diferente, fundamentalismos de toda
índole, actitudes personales basadas en la divinización de la propiedad privada.
Hay una ausencia del sentimiento de responsabilidad colectiva en paralelo con
una pérdida del sentido de la trascendencia de la vida humana y su carácter de
absoluto. Como cristianos estas situaciones nos llaman a Refundar una Iglesia de Iguales
al Interior y Profética al Exterior. Corregir la estructura jerárquica
basada en el clero, la especial discriminación de la mujer, la falta de
ejemplaridad, los lenguajes y prácticas tan obsoletos y distantes, acabar con
los mecanismos de colonización.
Estos son los retos, las llamadas que nos hacen la
humanidad y el planeta juntos. La palabra profética del nuevo Papa Francisco nos
abre, como cristianos, una ventana de esperanza. Y el trabajo conjunto de
tantos movimientos humanitarios y religiones nos refuerza la voluntad de
cambio. Ha llegado la hora en que una gran red de redes, cristianas o no, se levante
para cuidar del planeta de los deshechos.
El Reino de Dios está gimiendo en las heridas de la tierra, en la humanidad rota, empujando
desde dentro de nosotros. Ya se asoma en una convergencia mundial por otro
mundo posible, en algunos países que abandonan la pobreza, en unos pocos dirigentes
que quieren contar con el pueblo, en las ciudades que protestan por la dignidad
y en multitud de gente pequeña haciendo cosas pequeñas en lugares pequeños.
Como granos de mostaza, como viejos árboles que todavía mejoran el suelo cuando
ya no pueden crecer más. Forman el bosque sin destacar unos por encima de
otros.
Madrid, 11 de Octubre de 2015
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