La teóloga Margot Bremer
"El Papa Francisco está en la
línea contra el enemigo común, el neoliberalismo"
Margot Bremer: “Laudato Si es una
llamada a cambiar con urgencia un mundo que nos lleva al abismo”
"Los pueblos indígenas nos
muestran la riqueza de los excluidos"
Luis Miguel
Modino, 09 de diciembre de 2015 a las 19:03
Cuando
decimos que tenemos que cuidar de la naturaleza, tenemos que entender que la
Madre Tierra nos cuida a nosotros y que tenemos que entrar en una relación de
reciprocidad
(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- Dentro de la vida religiosa nos
encontramos con gente que quiere hacerse presente entre los descartados, entre
aquellos que la sociedad quiere colocar del lado de fuera del sistema. Su
presencia en estos ambientes no siempre es entendida, ni desde dentro ni
desde fuera de la Iglesia, inclusive desde la propia vida religiosa.
Margot Bremer es religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, y desde
hace más de veinte acompaña y, junto a algunos antropólogos, estudia la vida de
los indígenas y campesinos paraguayos. Nacida en Alemania, pasó más de diez
años en España y en ese tiempo entabló amistad con Dolores Alexandre,
una de las biblistas españolas más reconocidas en las últimas décadas, y que
también pertenece a su misma congragación. Además de su labor con los indígenas
también colabora en la formación de religiosos y religiosas y seminaristas.
En esta entrevista, realizada en el transcurso del
II Congreso Continental de Teología, que tuvo lugar semanas atrás en Belo Horizonte,
Brasil, nos habla sobre la vida de los pueblos originarios paraguayos y su
relación con la naturaleza, mostrando cómo aprende con ellos en el día a día.
¿Qué podemos aprender de los pueblos indígenas?
Los pueblos indígenas nos muestran la riqueza de los
excluidos, pues no se les puede encuadrar en la categoría de pobres y sí de
excluidos. Es necesario establecer con ellos una relación de reciprocidad en la
diversidad. Los indígenas son diferentes, pero eso no quiere decir que sean
inferiores, y tienen muchas cosas que nosotros hemos perdido o nunca tuvimos.
¿Por qué ellos son vistos por muchos como gente de
segunda categoría, como incivilizados?
Eso es fruto del colonialismo. Lo que ha llevado a
que, a veces, el colonizado quiere ser como su colonizador, y eso es lo más
trágico.
¿Cómo se relacionada hoy en día la Iglesia Católica
con los pueblos indígenas?
Paraguay se divide en dos regiones totalmente
opuestas, el Chaco, donde vive el 65% de la población, la mayoría perteneciente
a los pueblos indígenas chaqueños, y la otra región, que es muy fértil y
boscosa, donde viven los guaraní, que se subdividen en cinco grupos. Estos
guaranís son no los colonizados hace quinientos años, sino los que se
escondieron en los bosques, que hoy en día son talados. Estos guaranís no son
católicos, tienen su cultura y religión y la Iglesia trabaja con ellos
defendiendo sus derechos humanos y su promoción.
Como asesora teológica de la Coordinación Nacional de
Pastoral Indígena, que forma parte de la Conferencia Episcopal Paraguaya,
fomentamos ese diálogo interreligioso e intercultural para reforzar su cultura
y religión a partir de la reciprocidad en la diversidad, que es el fundamento
de su convivencia.
Que ese es el camino, hacer un acompañamiento, más que
querer convertir, que durante mucho tiempo fue la actitud de la Iglesia y que
todavía hoy está presente en la mente de algunos. Descubrir que acompañando se
enseña y se aprende...
Acompañar y hacer alianzas contra el enemigo común,
que es el neoliberalismo.
Que es un aspecto que el Papa Francisco criticó en el
Discurso a los Movimientos Populares en su viaje a Bolivia el pasado mes de
julio, calificando al capitalismo de "estiércol del diablo".
Eso muestra que el Papa Francisco también está en esta
línea.
¿Y cómo es la realidad en otras
regiones del país?
En la región occidental, en el Chaco, que es muy
inhóspito, es sabana, allí vive una gran pluralidad de pueblos indígenas. En
los últimos 90 años se han hecho presentes tres grupos cristianos diferentes,
los menonitas, los anglicanos y los católicos, a través de los religiosos
oblatos. En aquella época había un método de evangelización que hoy rechazamos
totalmente, que era sacar a los niños de las familias para meterles en
internados e imponerles una educación y una religión completamente
occidentales. Esto ha provocado que hoy estén indefensos, pues han perdido
mucha identidad, haciendo que su estructura organizativa esté quebrada y se les
haya impuesto una estructura parroquial.
Un padre oblato recogió hace unos 50 años los últimos
mitos indígenas, que ahora los misioneros les estamos enseñando de nuevo, lo
que para ellos es una novedad. Lo que se pretende es que el Evangelio sea
inculturado en las formas religiosas elaboradas por sus ancestros.
Los indígenas tienen una relación diferente con el
medio ambiente, con la Madre Tierra. ¿Qué enseñan los indígenas a las culturas
occidentales sobre la dimensión ecológica?
Ellos no se conciben como dueños de la Tierra, ni como
el centro, sino como parte de la Tierra y de la naturaleza, teniendo una
relación vivencial con todos los seres vivientes de la Tierra, pues cada uno de
los seres tiene un espíritu protector con el que se comunica. Dicen que los
árboles pueden hablar, escuchan, descubren la sabiduría que hay en la
interrelación entre la diversidad de plantas y animales, creando un equilibrio
entre flora y fauna. Esto lo descubren como la relación de la sabiduría de Dios
en su creación, queriendo entrar en el ritmo y en la obediencia a esas leyes de
vida que descubren como divinas.
En ese sentido, ¿cómo va a ayudar la Encíclica
"Laudato Si" para una mejor relación con nuestra Casa Común?
El Papa no dice directamente que esto es la
cosmovisión indígena, aunque lo es. La Encíclica es una llamada a cambiar con
urgencia un mundo que nos lleva al abismo. Tenemos que cambiar la dirección de
querer un progreso infinito, que podemos ir hacia adelante continuamente y que
todo el pasado es caduco. Vivimos en un tiempo en que la técnica nos domina y
todo se queda atrasado en muy poco tiempo, con lo que entramos en una necesidad
de consumo. Es en ese sentido que el pasado es desvalorizado, lo que vale es el
presente y se crea una expectativa infinita hacia el futuro a nivel
tecnológico, lo que nos engaña.
Frente a eso los indígenas vuelven a las raíces. Ellos
también enfrentan un cambio de situación, similar al cambio de época que vive
la cultura occidental, provocado por el neoliberalismo, con sus valores y
antivalores. Ellos sienten la necesidad de volver a su proyecto fundacional,
buscando allí la dirección para los tiempos actuales, buscando los signos de
los tiempos que pueden ser asumidos desde este proyecto fundacional, que está
en sus mitos, para encontrar un camino a seguir, ya que ellos se sienten
itinerantes, siempre en camino a la busca de la Tierra Sin Males,
experimentando este camino como una prueba para superar las dificultades y
crecer para llegar a la plena madurez junto con la Madre Tierra. Cuando decimos
que tenemos que cuidar de la naturaleza, tenemos que entender que la Madre
Tierra nos cuida a nosotros y que tenemos que entrar en una relación de
reciprocidad.
http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2015/12/09/margot-bremer-laudato-si-es-una-llamada-a-cambiar-con-urgencia-un-mundo-que-nos-lleva-al-abismo-religion-iglesia-ecologia-indigenas.shtml
1 comentario:
Agradecimiento a la teologa Margot Bremer por su estudio de investigacion, su compromiso con los pueblos originarios y su amor a ellos. Nos ayuda a reflexionar, abrir horizontes, conocer la cosmovision de estos pueblos excluidos, desafortunadamente, y claro, terminamos enriquecidos de su sabiduria, don de Dios.
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